Análisis de suelos
Para comenzar a trabajar nuestras tierras teníamos que hacernos una idea de cómo se encontraban. Por ello realizamos unos sencillos análisis de suelos. Estos que ponemos a continuación son caseros y por tanto no siempre son muy precisos, si hay interés se pueden pedir unos análisis a algún laboratorio, aunque el precio no es barato.
- ESTUDIO DEL TERRENO. Es aconsejable obtener ciertos datos antes de salir al campo y resumirlos en una tabla para cada parcela, tales como: geología, clima, condiciones microclimáticas y perfil topográfico. Nuestras tierras se encuentran en general en zonas con escasas precipitaciones y reciben gran cantidad de luz solar. Destaca el riesgo de heladas tardías, ya que puede llegar a helar en mayo y comenzar a helar en septiembre. Sin embargo, cada una de las parcelas tiene una ubicación diferente.
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PERFIL DEL SUELO
. Realizamos un agujero en el terreno hasta llegar a los 50 cm. Se va observando como cambia la coloración, humedad y la presencia de piedras y raíces. Luego se pueden hacer varios test químicos comparando los resultado en superficie (5-10 cm) y en profundidad (50 cm). Nosotros hemos aplicado test para detectar: presencia de materia orgánica, textura y carbonatos.
RESULTADOS:
– Cuesta de la Zorra (Fuentepelayo): Tiene muy poca materia orgánica, sería conveniente aportar compost poco maduro. La textura es más del 80% de arenas, algo que no se puede solucionar. Y los carbonatos salen cantidades muy bajas, sería necesario aportar calcio (rocas molidas, gallinaza, preparados biodinámicos…)
– Los Guruelos (Fuentepelayo): existen dos tipos de rocas en esta tierra, y aparecen a corros, esto influyó luego en la cosecha creciendo en unas zonas el girasol más alto que en otras. En general aparece más materia orgánica que la anterior, así mismo la tierra está más humeda (a pocos metros se forma una charca estacional), y la proporción de arenas está entre el 40 y el 65%. En general esta tierra es más rica que la anterior, aunque sería necesario aportar materia orgánica y calcio.
A día de hoy el único producto que hemos echado en las tierras es el preparado biodinámico 500. En realidad lo ideal es adaptar los cultivos a las condiciones del terreno y no intentar cambiar el terreno para que nuestros cultivos vayan mejor. Todavía estamos estudiando las distintas posibilidades.